El legado urbano de la civilizaciones antiguas

    Las ciudades antiguas fueron muy importantes porque no solo servían como lugares donde vivía la gente, sino también como ejemplos de cómo organizar una sociedad. Ciudades como Cahokia, Teotihuacán, Tikal, Tenochtitlán y la Ciudad Prohibida en Pekín muestran que la arquitectura fue clave para la vida de estas culturas. También en Grecia, el modo en que organizaron sus edificios refleja cómo pensaban sobre el orden y la vida. Ver estas ideas nos ayuda a entender cómo esas culturas antiguas todavía influyen en cómo hacemos las ciudades de hoy.

    En América y en Asia, muchas civilizaciones usaron plataformas y estructuras grandes para cambiar la naturaleza y darle un sentido especial a sus ciudades. Por ejemplo, los mayas construyeron templos sobre plataformas altas que llegaban a la altura de los árboles, y desde allí podían sentir que estaban más cerca de los dioses. Ciudades como Teotihuacán o Tikal se volvieron ejemplos de grandeza que hoy siguen siendo símbolos culturales. En China, la Ciudad Prohibida también usaba plataformas que daban una sensación de fuerza y orden. Estas bases no solo eran para que los templos o palacios se vieran impresionantes, sino que también mostraban cómo organizar el espacio de una manera que todavía podemos ver en muchas ciudades modernas.

    Por otro lado, los griegos pensaban en el espacio de una forma diferente. Para ellos, el hombre era “la medida de todas las cosas”, y por eso sus ciudades estaban planeadas usando ideas de matemáticas y proporción. Nada era al azar, sino que los edificios, los caminos y las plazas seguían reglas para que se vieran en orden y armonía. Además, tomaban en cuenta el paisaje natural para que todo encajara con lo que se veía alrededor. Así, el urbanismo griego no solo fue práctico, sino que también mostraba sus ideas de belleza y de cómo debía organizarse la vida en comunidad. Esa forma de pensar todavía influye en cómo se hacen los planes de ciudades en la actualidad.

    Tanto las plataformas de las civilizaciones de América y Asia como el orden matemático de los griegos muestran que la arquitectura antigua tenía un sentido más profundo. En un caso, buscaban estar cerca de los dioses con grandes construcciones, mientras que en el otro, ponían al ser humano como centro de todo. Aunque eran culturas diferentes, las dos coincidían en que el espacio urbano debía tener un significado y un orden. Por eso, muchas de sus ideas siguen vivas hoy en la forma en que diseñamos y vivimos en nuestras ciudades.

Lyanisbeth Castro 

Dael Torres 

Cristina Villegas